TAO TE KING, LXXVII (LAO-TSE)
El hombre, cuando nace, es delicado y débil
y, al morir, duro y rígido.
Las plantas brotan verdes y se llenan de savia;
al morir, se marchitan y se secan.
Lo duro e inflexible acompaña la muerte.
Lo tierno, lo que cede, acompaña la vida.
La tropa intransigente no gana la batalla
y al árbol inflexible lo derriban.
Los duros y los fuertes caerán
y se alzarán los tiernos y los débiles.
TAO TE KING, LXXVII (LAO-TSE)
El hombre, cuando nace, es delicado y débil
y, al morir, duro y rígido.
Las plantas brotan verdes y se llenan de savia;
al morir, se marchitan y se secan.
Lo duro e inflexible acompaña la muerte.
Lo tierno, lo que cede, acompaña la vida.
La tropa intransigente no gana la batalla
y al árbol inflexible lo derriban.
Los duros y los fuertes caerán
y se alzarán los tiernos y los débiles.